domingo, 20 de abril de 2014

Sin vuelta



Presiento que se ha ido,
y, en esta ocasión, no volverá.
Otras veces, realizó viaje de ida y vuelta,
pero este billete es sencillo
y los pájaros tienen alas de sexto sentido.
Es el inicio de la última etapa
donde la relatividad es absoluta,
y la certeza más precaria
que una palabra muda.
He oscurecido los espejos,
he hecho limpia de sueños
y he decidido caber únicamente en mi propio colchón.
Me compraré un rosario de cuentas amarillas,
como los adoquines del camino de Oz,
para rezarle al dios más sordo que exista
(es mejor que no escuchen los deseos).
Se me va la vida en el último repecho,
las ilusiones entorpecen la ascensión
y las jóvenes galas ya no ayudan,
hasta los tacones sobran ahora que he allanado el camino.
Sin lápiz de labios, sin ganas de besar,
abandonada por los pájaros
llegaré ligera y libre,
al principio del que no vislumbro el fin.


© Anabel